Javier Hermoso de Mendoza
Javier Hermoso de Mendoza
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ESTELLA Y SU PACTO MUNICIPAL

Nota: esta colaboración fue publicada el 6 de noviembre de 2003 en la edición regional de Diario de Noticias de Navarra, y el 11 de noviembre de 2003 en la edición Tierra Estella de Diario de Navarra.

Es pasado día 17, en rueda de prensa volvió a insistir Josefina Bozal en el inexistente pacto político que la ha privado de la Alcaldía, para ver si, como dijo Goebbels, de tanto repetir una mentira ésta se convierte en realidad. Nos dice que la asignación ofrecida a un concejal de IU es la prueba evidente de la existencia del pacto; pacto que de ser cierto, y en función de sus argumentos, sería entre partidos constitucionalistas y no entre el PSN y los nacionalistas. Si no le cegara el malestar que le produce el haber perdido categoría y sueldo, la Sra. Bozal sería más prudente: la asignación ofrecida no es más, y sí menos, que aquello que en base a una Ley Foral por ellos elaborada, propuesta y aprobada hace UPN en sus ayuntamientos. Y, además, como le contestó el otro concejal de IU, "lo que esta situación demuestra, precisamente, es que no hubo pacto. Si hubiese existido, este tipo de cosas, obviamente, hubiesen estado dentro del pacto", y la dimisión no se hubiera dado.

También lo cree poder demostrar en el hecho evidente de que un concejal de EA preside una comisión que le viene como anillo al dedo, y otro de PNV, que desarrolla su actividad profesional en el mundo económico, preside la de Industria. Cualquier persona que lo considere sin prejuicio, lo verá lógico y coherente. Si ella no lo ve así es porque le traiciona el subconsciente y cree ver en los demás un calco de lo que siendo alcaldesa hizo. Es evidente que si para la Sra. Bozal, del hecho de que un nacionalista presida una comisión se infiere la existencia de un pacto, aún está a tiempo de explicar qué tipo de pacto realizó con Batasuna para delegar la presidencia de la comisión de la Mujer en una concejala del grupo independentista. La actual parlamentaria y concejala no ha elegido buen camino para hacerse valorar entre los suyos, porque el ciudadano se está dando cuenta de que gracias al último resultado electoral los plenos del ayuntamiento de Estella ya no los preside la pancarta que pedía el regreso a casa de los presos de ETA, como sucedió, con su total consentimiento, en cuantos plenos presidió Josefina Bozal o sus delegados Y en cuanto al escándalo que muestra porque en Estella existe una comisión de Euskera integrada en la de Cultura y Festejos, no debería ser necesario recordarle que lo mismo pasó en el Ayuntamiento que presidió, y le convendría repasar las actas del Pleno en que se voto la propuesta de crear una comisión específica de Euskera para que no utilice el hecho y así nadie se sienta tentado a sacarle los colores.

Josefina Bozal no es muy original al comparar el Ayuntamiento con el INEM, pues en un escrito que titulé "Oficina de colocación en Inmaculada Concepción" (calle en la que está el Consistorio) utilicé esa metáfora cuando ella lo presidía. La diferencia está en que la ex alcaldesa pincha en hueso, y si yo aludía a hechos concretos y demostrables, ella sólo se basa en sus propias suposiciones y en el hecho de que, también en este caso, el subconsciente le traiciona. La Sra. Bozal sabe, también como yo, cuantos concejales de su grupo encontraron trabajo o lo mejoraron cuando ejercían el cargo. Y no creo necesario entrar en más detalles, salvo que la citada señora me obligue a ello, pues basta mirar a alguna ex consejera para ver cómo las gastan.

Me extraña que aún no se ha dado cuenta de los derechos del lugar que por decisión democrática y por su voluntad propia ocupa. Bozal y sus cuatro acólitos deberían saber que la información se da en las comisiones, y que si por voluntad propia se han negado a comprometerse en la gobernabilidad del Ayuntamiento, negándose incluso a dar y compartir la información que en función de sus anteriores cargos disponen y de la que sólo son depositarios, es normal que nadie les dispense un trato de favor que no merecen. Por lo demás, este lamento suena a disco rayado: antes de llegar a la Alcaldía, los cuatro años que estuvieron en la oposición los pasaron quejándose de que no les informaban. Con aquel plañidero lamento ocultaron su incapacidad para proponer ideas e influir con su trabajo e iniciativa en la marcha del Ayuntamiento. Ahora, vuelven a las andadas porque les es más cómodo quejarse que trabajar, y más interesado ver fantasmas que la realidad. Por mí, aunque me gustaría verlos trabajar por su pueblo, pueden hacer lo que quieran, que no abriré la boca para apostillar sus aciertos o errores. Otra cosa es que insistan en su pretensión de manipular a la opinión pública con falsedades e insidias, desestabilizar el Ayuntamiento, o boicotear el desarrollo del municipio. Entonces, modestamente, me tendrán que oír.

Para no ser menos, Eradio Ezpeleta ha echado el anzuelo al Ega y con sagacidad ha encontrado un pacto que tiene la friolera de 76 años más los que anduvo a gatas. Un pacto vigente desde que en 1927, gracias al esfuerzo político y económico de las Diputaciones de Álava, Guipúzcoa y Navarra, se inauguró el Ferrocarril Vasco-Navarro entre Estella y Vitoria. Y para ellos, recordar aquel hecho devolviendo a los estelleses la memoria y la nostalgia, también es un pecado que demuestra la existencia de ese inexistente pacto que les ha privado de la Alcaldía de la Ciudad del Ega. Que sigan tan sagaces, habrán pensado los 4.070 estelleses (una tercera parte de la totalidad de los censados) que han visitado la exposición conmemorativa de nuestro tren, y han visto a Navarra, a Estella y a todo el valle del Ega elevados a lo más alto de la categoría que corresponde a aquellos momentos históricos.

ARRIBA © 2003-2005 Javier Hermoso de Mendoza